La introducción e invasión subsecuente de especies no nativas (exóticas) es la segunda causa de pérdida de biodiversidad a nivel mundial, lo que conlleva una alteración al funcionamiento de los ecosistemas, la introducción de vectores promotores de enfermedades y reducciones en la distribución y diversidad de poblaciones nativas (Fong y Chen, 2010).

Los efectos directos e indirectos sobre nuestra salud son cada vez más graves y los daños causados a la naturaleza son con frecuencia irreversibles. Por ejemplo: las especies exóticas invasoras (EEI) pueden transformar la estructura de los ecosistemas y afectar a las especies nativas que los componen, restringiendo su distribución o excluyéndolas, ya sea directamente compitiendo con ellas por los recursos, o indirectamente cambiando la forma en que los nutrientes se reciclan. Las malezas reducen el volumen de las cosechas, aumentan los costos de control y disminuyen el agua disponible al degradar cuencas hidrográficas y ecosistemas de agua dulce. Las plantas exóticas en reservas naturales degradan ecosistemas protegidos y aumentan los costos de manejo. Ecuador es un país megadiverso y firmante del Convenio de Diversidad Biológica, donde se plantea que cada parte contratante en la medida de lo posible y según proceda, impedirá que se introduzcan, controlará o erradicará las especies exóticas que amenacen a ecosistemas, hábitats y especies. En diferentes artículos de la Constitución de la República se declara "interés por la preservación del ambiente, la conservación de los ecosistemas, la biodiversidad y la integridad del patrimonio genético del país, la prevención del daño ambiental y la recuperación de los espacios naturales degradados." Siguiendo esta misma línea, dentro de las políticas y Lineamientos Estratégicos del Plan Nacional de Desarrollo, se estipula desarrollar mecanismos integrales de prevención, monitoreo, control y/o erradicación de especies invasoras, para precautelar la salud pública y la protección de los ecosistemas y su biodiversidad, particularmente de las especies nativas, endémicas y en peligro de extinción. En Ecuador existen varias políticas y estrategias que directa e indirectamente que tienen relación con la conservación, protección y uso sustentable de la biodiversidad (forestal, biodiversidad, bosque andino, protección de grupos de especies amenazadas, calidad ambiental, control/erradicación de especies invasoras).

A pesar de todos estos acuerdos y disposiciones gubernamentales, en el país se han documentado como introducidas más de 1000 especies de plantas vasculares. La tasa de introducción suele citarse como exponencialmente en aumento de 10 especies/año. En las Islas Galápagos, los ecosistemas están expuestos a una presión constante por la presencia de EEI de múltiples taxones. De ahí que sea el sitio donde se tiene mayor cantidad de antecedentes en proyectos de erradicación de EEI (e.g. Zapata et al., 2000; Causton y Sevilla, 2007) e investigaciones científicas (e.g. Mauchamp, 1997; Lawesson, 1990; Kaiser, 2001; Carrion et al., 2007). Por otro lado, la región continental de Ecuador carece de información sobre los efectos que tienen las EEI en la diversidad de los ecosistemas, su distribución geográfica, las áreas más afectadas, etc. La mayoría de trabajos solo reportan la presencia puntual de estas especies careciendo de información necesaria para la prevención y/o control de las invasiones biológicas. Teniendo en cuenta la alta biodiversidad de este país, las amenazas que enfrentan múltiples grupos de vertebrados (6362 especies amenazadas; UICN, 2014) por la incidencia, entre otros factores, de EEI, y en concordancia con los lineamientos e intereses gubernamentales, se inició un proyecto en octubre de 2017, con el objetivo de predecir las zonas de riesgo potencial.

Con esta propuesta, se pretende evaluar el nicho ecológico de las EEI en Ecuador continental bajo escenarios futuros de cambio climático y de esta forma identificar cómo el cambio climático influirá sobre la distribución geográfica potencial de estas especies y predecir las zonas y ecosistemas más susceptibles a invasión.